Talaveruela de la Vera, agosto 2019
Una furgoneta ha sido nuestra casa durante los 5 días que hemos estado en Cáceres. ¡Ni las mejores vistas de una infinity pool con caídas en picado sobre las laderas de Bali lo superan! Estamos muy contentos con la relación calidad-precio.
Bien es verdad que la teníamos aparcada en la majestuosa finca de una amiga, sin agua corriente y sin luz, pero con acceso a zonas comunes preparadas para el ocio y con baño.
No tanto por el tema de las evacuaciones, porque no hay nada mejor que hacer de las tuyas en el monte a culo descubierto con la compañía de las chicharras, pero para una ducha se agradece.
Agua congelada directa del manantial, que dio contenido al concepto de la crionización. Más que limpiar, asustaba de frío a la mugre, pero agua maravillosa al fin, fantástica para el despertar de los sentidos y de la salud. Vine yo con las carnes prietas del pueblo y con la circulación por autovía gracias a la fríoterapia y ha sido llegara a Madrid, darme el vicio del agua templada y abajo que se han ido todas las carnes.
La aventura de semi permanencia en la vida salvaje ha venido amenizada por la bajada de la regla. Matanza de Texas en pleno paraíso fiscal para el desangrado. Muy recomendable.
Y en esas me hallaba yo, en pleno climax de mi sentir de mujer antes de irme a dormir, intentando sujetar la linterna con los dientes mientras luchaba para que las alas de la compresa no se pegaran entre sí sino que abrazaran a las bragas, con agua en un tupper para hacer las abluciones a cuclillas sobre la hojarasca, en pelota picada del tronco inferior, cuando mi vecina de furgo se saca de la manga un bidé portátil que me dejó ojiplática y el chichi como la patena en plena estepa extremeña.
Anotad, humanoides con útero en activo: haceos con un bote de ketchup (limpio, por favor) lleno de agua y ya tenéis un spa de bajos que lo flipáis. que os podéis llevar en el bolso.
Tiene que ser un envase de esos nuevos, que son como planos y que tienen una válvula, porque cogen una velocidad de chorro que si te descuidas, te hace un legrado. Y cuidado con dejarlo al sol, que el segundo día llevaba calentándose un tiempo y cuando lo enfoqué hacia el objetivo sin previa toma de contacto, me cauterizó todo tejido blando y estoy por comprobar si me ha hecho un anal bleaching. ¡Diossss!
Sin comentarios, snif