Habría sido el día
Hoy habría sido un día perfecto para una buena noticia. De tipo personal o laboral: te quiero contratar para hacer con Montse Mármol unas guías de viaje que ilustren los destinos que ofrece nuestra agencia, os necesitamos para un reportaje sobre la labor de nuestra ONG y contarle al mundo lo que hacemos, aquí pongo sobre la mesa un contrato estupendo para que hagáis loquesea durante tres años, te comunicamos que has ganado el concurso de SM de narrativa infantil… Ya os hacéis una idea de por dónde voy, ¿o no?
Porque lo malo de los días como hoy es que dejo que todo me defina. Dejo que el exterior me hable de mí, que las circunstancias me digan quién soy, que los acontecimientos no ocurran, sino que me juzguen.
En definitiva, días en los que mi neurosis galopa en un corcel veloz por un prado verde infinito. ¡Y qué bien galopa la jodía! Es que se la ve radiante y todo. Me encantaría ser ella.
Son esos días de “me lo merezco” combinados con dosis exactas de “no me extraña”, dejando también espacio para un buen “no sé a quién intento engañar”, que adereza de manera esporádica el pastel en su justa medida de debacle. En resumen: no soy suficiente para nada ni nadie (mucho menos para mí).
¿No tenéis estos días también?
Y estás aparentemente tan pancha, que he hecho de cena vichyssoise y todo, he quitado las manchas del sofá y he restregado el suelo con lejía, pero lo que necesitas es que venga alguien y te abrace fuerte porque sepa leer en tu cara que algo no va bien y que no tienes ni ganas de contar que galopa que te galopa una neurosis al viento. Solo abrazo y “estoy aquí y te quiero”.
Pero lo bueno de estos días es que sabes que pasan y no te dan miedo. Porque sé colocarlos, entiendo a qué han venido gracias a que tengo al lado a mi psicólogo que me lo ha explicado mil veces. Así que yo me siento a mirarme e incluso a reírme un poco de mi estampa, me dejo sentirme miserable sin resistencias porque mañana o pasado, me reiré de esto y me miraré al espejo para decirme: “ya te vale, golfa. No te puedo dejar sola”.
Sin comentarios, snif